Discurrir: leáse tránsito, reflexión, producción, discurso. en efecto, adopto tales acepciones del primer vocablo del título de este volumen como hitos que permiten acotar el estado actual a que han llegado, en mí, una amplia serie de cuestiones y de problemas -preguntas, respuestas- inherentes a la práctica psicoanalítica. Así, discurro -entre otros senderos- del síntoma a la filosofía, de la casuística de "la lengua" al lugar del analista, y de la epistemología a la estructura de la interpretación. Discurrir, por otro lado, arduo para este autor en los términos del convite aceptado, el cual consiste en crear repitiendo, o repetir creando, las obras señeras de Freud y de Lacan, conformadoras de perímetro conceptual en cuyo seno sre inscribe mi propósito. Propósito que daría por cumplido, sí, como deseo, suscitase el discurrir propio del lector, a quien la obra se dirige en tanto montada como "abierta".