Este libro da cuenta del recorrido que propongo respecto de la dilucidación de un ítem capital, y aún no suficientemente trabajado, de la clínica lacaniana: el fantasma. En efecto, el "atravesamiento" del mismo señala, sin duda, una de las maneras en que Lacan tematizó una cuestión de la que fue adalid: el fin del análisis (entiéndase como finalidad, y como necesaria terminación). Con todo, el maestro francés aunó a tal postulación muchas otras, también válidas y pertinentes, sin que de ello se desprendiese la lógica que las articula. A tal fin diseñé, en mi "Discurrir el psicoanálisis", un cuadro relacional, basado en los registros Real, Simbólico e imaginario. Consecuentemente, esta nueva obra se ubica en el despliegue reflexivo de dicho cuadro -aquí planteado una vez más- tomando como apoyo la lectura rigurosa de ese texto freudiano ejemplar llamado "los fantasmas hitéricos y su relación con la bisexualidad". De lo dasrrollado se deduce, en fin, una conclusión grávida en fructiferos efectos de enseñanza para una dirección de la cura psicoanalítica que apunta ir más allá del estatismo del mito de Edipo, a saber: que el fantasma debe ser atravesado -y no meramente construido- para acceder así, al orden ético que acobarda al neurótico: el de su deseo.