La frase que figura como lema de esta obra, "lo que fue la naturaleza, es hoy el ideal", indica bastante bien su leit motiv. La naturaleza y el ideal (o el valor) no son completamente opuestos: la naturaleza puede ser expresión del ideal; éste (o el valor) puede a su vez contribuir a definir la naturaleza. Esto, sin embargo, no quiere decir que carezca de consecuencias poner el acento en uno u otro polo: es posible que la elección entre uno y otro sea el problema más grave con que se enfrenta hoy la Etica cristiana. Según que se opte por dar la preferencia a uno u otro (aquí se opta más bien por el segundo), se llegará a conclusiones más o menos rígidas en temas tales como la regulación de la conducta sexual o el respeto a los procesos ("naturales") de la procreación. Igualmente la vinculación del Derecho por la Etica tendrá un distinto carácter, según cuál de esos dos polos sea el preferido para orientarla; de esto último es de lo que principal y directamente trata el presente libro, pero previa una amplia discusión de la opción fundamental.