Descripción de la obra
____________________________________________________________________
Tras un
par de párrafos a modo de introducción, el Discurso de Robespierre consta de
tres partes, que se corresponden con las tres cuestiones que la Real Sociedad
de Metz había enunciado al convocar el certamen en 1782.
El
asunto está tratado con criterio insuperable, en una perspectiva de razones y
humanidad; cerca la extensión de los males de la pena a inocentes, con la
tradición absurda en que se amparaba y las espantosas consecuencias que
provocaba para los particulares y para la comunidad, de una batería de críticas
y argumentos que la refutan y la demuelen, y, con el objeto de contestar a la
tercera pregunta que había propuesto la entidad que patrocinaba el concurso y
sufragaba el premio, inquirió y denotó con trazo seguro los principales medios
que a la sazón se ofrecían para acabar con la funesta transcendencia de las
puniciones.
Mas no
se crea que la obra de Robespierre consista en una mera trama de razones. Muy
en consonancia con su tiempo, aunque se dirija primordialmente a la
inteligencia con una serie de raciocinios, hay asimismo ocasiones en las que se
dirige a los sentimientos y habla el lenguaje del corazón. En esta línea no
falta el recurso de fingir un personaje que se explaya espontánea y libremente
sobre un punto mediante un parlamento imaginario, que recuerda, en términos, si
menos vivaces y emotivos, también persuasivos, el razonamiento que hace un ladrón
o un asesino, en el parágrafo de la pena de muerte, de Beccaria, y el discurso
de un desgraciado a sus jueces, en el Plan, de Marat, auténticas piezas
maestras en semejante género.
MANUEL DE RIVACOBA Y RIVACOBA
Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad
de Valparaíso