Este libro se propone trazar un panorama de los debates y las luchas culturales que supone la enseñanza de la historia en la escuela, en un momento especialmente pertinente como el actual, que se caracteriza por procesos de globalización y crisis de las identidades nacionales. Con las contribuciones de destacados especialistas de Europa y América Latina, en la primera parte se desarrolla una reflexión teórica sobre las relaciones entre memoria, identidad e historia, y sobre los usos y formas posibles de la tarea historiográfica. La segunda aborda los artefactos culturales -esto es, las narrativas, monumentos, paisajes, imágenes- que por un lado son construcciones históricas y a la vez promueven nuevas representaciones sociales y educativas. En la tercera sección, se presentan una serie de trabajos sobre las memorias del pasado reciente -desde el recuerdo de las últimas dictaduras militares en la Argentina y Chile, hasta el tema de la otredad en la enseñanza de la historia en Francia-.